El “nuevo” verano de 2022.

El verano se encuentra a la vuelta de la esquina, y muchos son los que ya tienen preparadas sus vacaciones con gran antelación; de cara a poder disfrutarlo como no han podido en los dos veranos anteriores debido a la situación pandémica. Según las estimaciones de Albert Grau, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality, estas auguran un muy buen verano y creen que apunta a convertirse en el año de la “normalización” del turismo en España.

En consonancia con lo anterior, un informe de la consultora Braintrust, ha previsto que España podría alcanzar cifras de turistas internacionales próximas a las que se registraban antes de la pandemia (2019). El informe estimaba un incremento exponencial de turistas extranjeros en los próximos meses, desde noviembre de 2021 hasta abril de 2022.

Según los datos de la consultora, Países Bajos, Bélgica, Francia y Alemania serían los países que más implicados estarían en esta recuperación del turismo en los primeros meses de 2022 en España y el turismo británico sería el encargado principal de los meses consecutivos.

Por último, el fundador y consejero delegado de Pangea, David Hernández, se muestra optimista con la evolución de la agencia de viajes en el primer cuatrimestre del año donde  han superado el número de reservas en un 50% en comparación con los niveles de 2019. En cuanto a sus previsiones: “Nuestras previsiones son completamente optimistas para el verano. Hay una demanda contenida que está explotando ahora mismo. Todos los habitantes del planeta hemos estado encerrados dos años y tenemos unas ganas de viajar locas. Creo que va a ser espectacular, tanto en el emisor de España como el receptivo, donde va a tener unos niveles de ocupación cercanos al 100%.”

Sin embargo, ¿Cómo va a afectar esto a los aeropuertos y al espacio aéreo?

La imagen de los aeropuertos desiertos que ya hemos dejado atrás podría sustituirse este verano por colas interminables, cancelaciones, retrasos, huelgas, espacio aéreo congestionado… Una situación que, aunque parezca mentira, se vivió antes del Covid-19 en aeropuertos como el de El Prat y que estamos condenados a repetir en un momento de recuperación aérea si no se ponen medidas para evitarlo. 

Un primer aviso: esta Semana Santa más de 3.000 personas perdieron su conexión sólo en el aeropuerto de Madrid-Barajas a causa de las largas esperas producidas en los filtros fronterizos, según alerta la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).

Además, este será el primer verano con el requisito de controlar los pasaportes para Reino Unido. Es el principal emisor de turistas de España y se espera una gran afluencia de británicos este verano como se ha comentado anteriormente. 

Debido a esta situación, el transporte aéreo privado es una fantástica solución. Es más rápido, independiente, permite llegar a más destinos sin pasar por largas escalas y además se adapta a sus necesidades, tanto en horarios, itinerario como en el trato personalizado tanto a bordo como en las terminales dedicadas donde apenas tendrá que esperar colas o pasar por interminables controles de seguridad.

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